En el mundo de las finanzas, existen diferentes tipos de fondos de inversión, entre ellos se encuentran los fondos cerrados y los fondos abiertos o mutuos. La elección entre uno u otro dependerá de las necesidades y objetivos de cada inversor. En este artículo se explicará en detalle en qué consisten estos dos tipos de fondos y cuál es la diferencia entre ellos.
Los fondos cerrados de inversión están diseñados para funcionar como una sociedad anónima, es decir, las acciones del fondo solo están disponibles en los mercados de valores y no se pueden comprar directamente al fondo. Tienen un número fijo de acciones que se emiten en una oferta pública inicial, después de lo cual dejan de estar disponibles para la compra.
Una vez que se emiten las acciones, ya no se ofrecen nuevas oportunidades de inversión y solo se pueden adquirir o vender en el mercado secundario (bolsa de valores), en la que el precio de las mismas está determinado por la oferta y la demanda de los inversores. El valor de las acciones de un fondo cerrado puede variar en función de los cambios en los mercados financieros y en la gestión del fondo.
Además, los fondos cerrados tienen la posibilidad de invertir en activos ilíquidos, como bienes raíces y materias primas, los cuales son difíciles de vender en los mercados financieros. Esto permite a los inversores tener acceso a una diversificación más amplia de sus inversiones. Por otro lado, los costos de gestión de los fondos cerrados suelen ser menores que los de los fondos abiertos debido a la emisión limitada de acciones.
Por otro lado, los fondos abiertos de inversión permiten a los inversores comprar y vender acciones directamente al fondo en cualquier momento. No hay límite en la cantidad de acciones que el fondo puede emitir. El valor de las acciones de un fondo abierto se determina diariamente y se basa en el valor de los activos que tienen en cartera en ese momento.
La mayoría de los fondos abiertos invierten en acciones, bonos y otros títulos negociables. Si el valor de los activos aumenta, el precio de las acciones también aumenta. Si los activos disminuyen, el precio de las acciones también disminuye.
Además, los fondos abiertos suelen ser más transparentes debido a que proporcionan información periódica sobre el valor de los activos del fondo, así como sobre el desempeño del mismo. Los inversores pueden ver en qué se invierte su dinero y cómo ha sido el rendimiento del fondo en el pasado.
La principal diferencia entre los fondos cerrados y los fondos abiertos es la forma en que se emiten y venden las acciones. Los fondos cerrados tienen una cantidad fija de acciones que se ofertan en una oferta pública inicial y ya no se ofertan más. Los fondos abiertos no tienen límites en la cantidad de acciones que pueden emitir y se pueden comprar o vender directamente al fondo en cualquier momento.
Otra diferencia importante es la liquidez. Los fondos cerrados solo se pueden comprar o vender en el mercado secundario, lo que significa que puede haber momentos en los que no se puedan vender las acciones, o cuando se vendan, puedan hacerlo a un precio inferior al valor real del fondo. Los fondos abiertos permiten comprar y vender las acciones directamente al fondo, lo que significa que se pueden liquidez diaria.
La inversión en activos ilíquidos también es diferente en los dos tipos de fondos. Los fondos cerrados tienen más flexibilidad para invertir en activos ilíquidos, como bienes raíces y materias primas, mientras que los fondos abiertos se limitan a inversiones en títulos de valores negociables.
En resumen, la elección entre un fondo cerrado y uno abierto dependerá del tipo de inversor que seas y tus objetivos de inversión. Si buscas una inversión a largo plazo y estás dispuesto a aceptar la falta de liquidez en el corto plazo, un fondo cerrado puede ser adecuado para ti. Si prefieres la flexibilidad y capacidad para comprar y vender tus acciones directamente al fondo, y el acceso a una mayor diversificación en títulos de valores negociables, un fondo abierto podría ser una opción más adecuada.
En cualquier caso, antes de invertir en cualquier tipo de fondo de inversión, es importante hacer una investigación exhaustiva y considerar los posibles riesgos y recompensas que conlleva cada uno. Si tienes dudas sobre qué opción es la más adecuada para ti, busca asesoramiento de un experto en finanzas.